La consagración de la Iglesia de Capuchinos en Antequera tuvo lugar en el año 1658.
En el interior de la Iglesia Capuchino, siguiendo la tradición de la orden, exhibe una notable sencillez arquitectónica, con planta de cruz latina y bóvedas de medio cañón en la nave y los brazos del crucero.
Las pechinas decoradas con escudos manieristas sostienen la bóveda de media naranja del crucero.
En cuanto al exterior, ha experimentado modificaciones a lo largo del siglo pasado. A pesar de ello, se conserva la portada del compás, coronada por una hornacina que alberga una escultura de San Francisco tallada en caliza blanca proveniente de El Torcal.


La decoración interior refleja los estándares ornamentales de la orden Capuchina, destacando el retablo mayor compuesto por diez lienzos, cuyo tema central representa la Inmaculada rodeada de San Francisco y San Buenaventura.
Además, la iglesia cuenta con la capilla del Cristo del Perdón en el lado izquierdo del pórtico, originalmente obra de Andrés de Carvajal y reconstruida en 1940 por Francisco Palma Burgos tras ser destruida durante la Guerra Civil.
A lo largo del siglo veinte, la fachada experimentó remodelaciones, aunque la esencia y la belleza de este lugar de devoción y sencillez perduran hasta hoy.
Si estás en Antequera, no te pierdas la oportunidad de visitar este emblemático templo cargado de historia y espiritualidad.
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