🌰COGE UN BORRIQUILLO Y VE POR LEÑA🌰
Celebración de la Fiesta de Halloween, más conocida en el municipio de Fuente de Piedra como “La Ureña”. Por motivos meteorológicos🌧️ , han cambiado la ubicación al Silo y Albergue.
Como es tradición🎃, la tarde del 31 de octubre📆 celebran esta fiesta con una programación variada, con Pasacalles👻 ,castañas asadas🌰 , magdalenas🧁 y chocolate 🍫 para todos los vecin@s.
Además, Pintacaras ✏️ y Manualidades 🧑🎨para el disfrute de los más pequeños.
También vuelven a disfrutar de la segunda edición del Pasaje del Terror 😨🧟♀️🧟👻😨. Con nuevos personajes, nuevas escenas y nuevos retos.
UN POCO DE HISTORIA…📚
Una costumbre que solía tener lugar entre los días 1 y 2 de noviembre (Todos los Santos y Difuntos) en muchos pueblos del interior. Los protagonistas eran los monaguillos. Éstos se turnaban con el cura para repicar durante esas jornadas las campanas. Para mitigar ese esfuerzo, en la víspera, el 31 de octubre salían a pedir, casa por casa, productos alimentarios que llevarse a la boca mientras llevaban a cabo su cometido desde la torre de la iglesia. Eso sí, lo que conseguían no eran precisamente caramelos sino productos de temporada: castañas, nueces, carne de membrillo, dulces caseros o cualquier otra elaboración casera propia de esas fechas.
Para que no caiga en el olvido esta singular costumbre, desde el año 2003 en el pueblo de Fuente de Piedra se celebra cada 31 de octubre una fiesta popular en la que se implican distintas generaciones. En la plaza principal del pueblo, allí donde se encuentra la genuina ‘fuente de piedra’, se reparten por la tarde noche chocolate, castañas asadas y magdalenas elaboradas para la ocasión por Amanecer, un colectivo de mujeres que apoya al Ayuntamiento en esta iniciativa desde hace más de una década y media. Allí, además de la suculenta merienda, se celebra un pasacalle del terror.
Sin embargo, La Ureña, que se podría considerar como un ‘Halloween’ autóctono de éste y otros pueblos de interior en Andalucía, tenía su propio diálogo entre los monaguillos y aquellos que les abrían la puerta en cada hogar. Los niños solían decir: «¿Me da usted La Ureña?». Como en la tradición anglosajona, la respuesta podía ser positiva o negativa. Si el propietario de la casa se negaba a darle alguno de los productos típicos en esas fechas, tenía que replicar lo siguiente: «Coge un borriquillo y ve por leña». Con esa expresión, se le venía a decir al monaguillo que se buscasen otro trabajo para poder alimentarse.
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